El proyecto Rubbercycle, de ámbito regional, ha llegado a su fin, cumpliendo con éxito los objetivos de la entidad investigadora, el CTCR, y de la empresa beneficiaria de los resultados, Calzados Cienta. Pero sobre todo, y lo que es más importante, sendas partes han alcanzado el cumplimiento de los Objetivos, ODS, aprobados por la ONU en el marco de la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible. Concretamente, su mérito radica en el desarrollo de una novedosa alternativa que permitirá la fabricación de calzado vulcanizado, a partir de los restos-residuos generados en la propia producción. Esta investigación supondrá, a corto plazo, la reutilización de un 32% de polvo micronizado, considerado ya residual, para la fabricación de nuevos prototipos de suelas. Todo ello, ha sido validado en laboratorio, por los técnicos del CTCR quienes han garantizado el cumplimiento de las características físico-químicas que debe cumplir todo calzado de uso de calle (buena resistencia a la flexión, abrasión, alargamiento y desgarro de la mezcla de goma para suela). De este modo, Rubbercycle reducirá el impacto ambiental, minimizado el uso de recursos fósiles y la huella de carbono, al reciclar parte de sus residuos, como un nuevo componente, en la formulación de la mezcla de goma.
Así, el presente proyecto contribuirá a:
1. La reducción de los residuos generados y el CO2 emitido, minimizando, a su vez, el empleo de recursos de acuerdo al Acuerdo de París.
2. El incremento de la motivación de un consumidor más consciente e implicado con la sostenibilidad.
3. La generación de nuevas habilidades y competencias hacia modelos de negocio circulares.
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Consideraciones ambientales
- El consumo de caucho supone un grave problema ambiental ya que, debido a la complejidad de procesar el material, se convierte en un material difícil de reciclar, sobre todo por la dificultad de romper las uniones químicas carbono-azufre creadas durante la vulcanización.
- No se puede reciclar el caucho vulcanizado de la misma manera que los polímeros termoplásticos, ya que estos últimos se pueden fundir y reutilizar.
- El tiempo de degradación del caucho vulcanizado depositado a la intemperie es de 500 a 3.000 años, por lo que puede ser considerado como un material “xenobiótico”.
- Más de la mitad de estos productos de goma son arrojados a vertederos para su incineración, consiguiendo únicamente la generación de energía y produciendo en su quema dioxinas, furanos, xilenos, toluenos, óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono, etc, todos ellos altamente tóxicos.
- La goma que si es reciclada sirve como relleno, dado que no se vulcaniza a un grado aceptable como la goma virgen, es decir, no se consigue retener un porcentaje alto de las características y propiedades del caucho virgen.
- En aquellos procesos que se considera aceptable, cuenta con importantes desventajas relacionadas con un alto costo energético en el tratamiento de los residuos, así como en un elevado precio del producto final, es decir, se trata de procesos no optimizados.