El Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja, celebra este año y, concretamente, el pasado día 16 de enero sus doce años ofreciendo su amplio know-how en materia de innovación y servicios avanzados a un tejido empresarial que no sólo responde al sector calzado sino también a otras múltiples industrias manufactureras. Así, el CTCR afronta el 2019 con un nuevo Plan Estratégico a tres años tras haber cerrado un 2018 “histórico”, en palabras de su gerente, Javier Oñate, por haber cumplido de manera anticipada los hitos marcados en el anterior plan, así como por haber obtenido para los laboratorios el más alto reconocimiento internacional; la acreditación ENAC. Este gran paso en positivo “ha marcado un antes y un después para el CTCR, como institución, pues sólo hay 14 centros tecnológicos en el mundo que puedan presumir de ello”.
El CTCR nace en 2007 en un contexto con una necesidad creciente de mejora de la innovación y el desarrollo tecnológico asociado a la industria zapatera, para cuya consecución ha ido evolucionando hasta conformarse como entidad experta en distintos ámbitos, actualmente, enmarcados en Industria 4.0 y en Sostenibilidad y Materiales Avanzados. Todo ello pasa por la digitalización de las empresas y por ámbitos más concretos como la robótica colaborativa o la impresión 3D, pero sin olvidar, también, aspectos sobre los que ya se viene trabajando, como el eco-diseño o la revaloración de residuos. En este sentido, los últimos proyectos protagonistas son, entre otros, el de reutilización de sobrantes del caucho vulcanizado para la creación de nuevos productos, y también, el reciclaje de los posos del café procedentes de la hostelería o el sustrato post-cultivo del champiñón para la fabricación de suelas. En cuanto a nuevos materiales se refiere, destacan los biopolímeros o las nanopartículas para la creación de nuevos dispositivos electrónicos, y en cuanto a nuevas tecnologías el ‘blockchain’ se consolida como una nueva vía de investigación, en periodo de explotación. La eficiencia y mejora de los procesos también es otro de sus platos fuertes pues está permitiendo la integración de las fases de diseño y fabricación de moldes, hasta ahora externalizado a un proveedor, en el proceso productivo de las empresas.
A modo de avance de resultados obtenidos en último ejercicio, cabe destacar que el CTCR aumentó su actividad en I+D+i en torno a un 25% en 2018, mientras que los servicios de laboratorios se incrementaron un 40% respecto a 2017. Ello ha conllevado también un aumento de personal, hasta llegar a la treintena de trabajadores.
El año pasado se desarrollaron 30 proyectos de innovación, trabajando más intensamente en el área europea, con 6 proyectos.
El CTCR se ha consolidado como tal, en estos doce años, y ya ocupa el lugar que le corresponde en el panorama nacional, en donde forma parte de diferentes comisiones, como la Comisión de Información al Gobierno de CEOE en I+D, la Comisión de Sociedad Digital o la Comisión permanente de la Federación de Centros Tecnológicos. El liderazgo a nivel internacional será a corto-medio plazo su meta final.