La última auditoría realizada por AENOR al CTCR, en coincidencia con su décimo aniversario, confirma el éxito de un Centro Tecnológico normalizado, también por décimo año, pero, sobre todo, adaptado rigurosamente a un sistema de gestión mejorado, diferenciado y con gran impacto en la empresa
El Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja, CTCR, se reafirma sentando las bases de la innovación tecnológica, no sólo por el cumplimiento de su décimo aniversario sino también por, en este 2017, haber superado con éxito la décima auditoría de renovación del certificado de I+D+i, según la ISO 166002:2014, y la adaptación a las nuevas versiones de las normas de Calidad y Ambiental, según las ISO 9001:2015 y 14001:2015, respectivamente. Así de entre los 28 proyectos desarrollados por el CTCR durante el pasado ejercicio, la entidad líder en certificación, AENOR, ha seleccionado y auditado las propuestas que más relevancia han adquirido en el pasado año, hoy todavía en ejecución, entre las que destacan el proyecto “Suelas antideslizantes inspiradas en los pies del Gecko” (Nanotecnología), “Cultivo de biomateriales” (Medio Ambiente), “Espejo virtual” (TIC´s), “Instalación RFID” (Electrónica y Automática) y “Nueva gama de calzado basada en la optimización del calce y las presiones plantares (Mecánica y Prototipado)”, entre otras.
“Nos identificamos por continuar por el itinerario hacia la excelencia en el que, afortunadamente, también transitan las empresas de nuestro sector, como expresión del constante interés por ganar en competitividad. Para ello, y aunque estamos sometidos diariamente a un examen continuo por parte de nuestros clientes, más de 400 en 2016, es necesario confirmar, anualmente, la utilización del sistema de gestión más adecuado”, confirma el Director-Gerente del CTCR, Javier Oñate.
Cabe destacar que la auditoría es un proceso constructivo que trata de proporcionar al CTCR oportunidades que permitan mejorar la sistemática de gestión establecida. Y como tal, en aras de esa renovación de todo proceso basado en la calidad y el valor añadido, hay que modificar también la fórmula para el desarrollo, que nos abra las puertas del futuro.
“Presumimos de actuar en el marco de un proyecto en el que han trabajado numerosas personas, actualmente 22 expertos, de acuerdo a un organigrama cambiante que ha evolucionado, según las exigencias del mercado. Siempre, trabajando con transparencia y cada vez mayor independencia, buscando la continuidad, aún a pesar de las circunstancias coyunturales”, añade Javier Oñate.
Durante este primer ciclo estratégico, 2007-2017, cabe hacer referencia a las claves que han marcado unos años exigentes para el CTCR, destacando “nuestra apuesta por la apertura sectorial, la relevancia tecnológica, el impulso del potencial humano, la adaptación al entorno internacional y las actuaciones sostenibles, eficientes y responsables, en resumen, el compromiso por una organización abierta innovadora”.
